Convivir en la escuela es una experiencia de aprendizaje, ya que la escuela y el liceo son el lugar en el que se aprende a convivir con otros y otras fuera del espacio familiar. Por ello, el que existan buenos climas de convivencia no solo mejora los aprendizajes, sino que desarrolla en todos los actores de la comunidad educativa la capacidad de vivir y participar en comunidad. La convivencia es, por tanto, un aprendizaje para la vida.
Dada la importancia de la convivencia, en cada establecimiento educacional existe un Plan de Gestión de la Convivencia Escolar, que regula las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa, contempla las medidas pedagógicas y los protocolos de actuación ante situaciones de conflicto. Este Plan es elaborado con la participación activa del Consejo Escolar, y es implementado en conjunto con el encargado de Convivencia Escolar que es acompañado y asesorado por un equipo de gestión de la Convivencia Escolar.
Las escuelas y liceos están insertas en un barrio, una comuna, es decir, en un territorio determinado, que tiene ciertas características: no basta con promover la colaboración y la buena convivencia hacia el interior de los establecimientos, sino que también resulta clave promover la colaboración entre las escuelas y su entorno.
Para lograr dicho fin, se han creado redes regionales, provinciales y comunales, con el fin de apoyarse mutuamente y mejorar el quehacer de los establecimientos educacionales en este ámbito. Las redes territoriales de convivencia son espacios de encuentro, donde los integrantes que la componen fortalecen vínculos de trabajo colaborativo entre diferentes niveles y actores del sistema educativo, con el fin de lograr un alcance más integral, sistémico y ordenado de las acciones en convivencia escolar y los temas relacionados a ella. Los integrantes de la red pueden compartir experiencias, conversar sobre las diversas realidades y apoyarse mutuamente en su quehacer. Cada comuna, provincia y región tiene su propia dinámica según su escenario, más las temáticas a trabajar suelen ser muy similares; como violencia escolar, inclusión, ciudadanía, género, aspectos relevantes del territorio, migración, ciberconvivencia en redes sociales, entre otros múltiples contenidos según el contexto.
De esta manera, las redes generan espacios de diálogo y construcción conjunta de definiciones, acuerdos, acciones a realizar, políticas comunales, provinciales y/o regionales, pues así, la Política de Convivencia Escolar se implementa desde la realidad local, considerando el contexto, sus oportunidades y problemáticas, en nuestro caso, en el liceo Politécnico Belén y con la comunidad educativa que lo compone.
En este contexto, el 9 de noviembre del presente año, se realizó un conversatorio, “Seamos comunidad”, con el objeto de promover la participación colaborativa entre los miembros de la comunidad del establecimiento, generando un espacio reflexivo sobre como percibimos y practicamos la convivencia escolar, para así recabar puntos clave a trabajar en el próximo año 2023.
Desde la premisa en que la buena convivencia escolar es compartida, en donde los todos funcionarios cumplen el rol de agentes educadores de los estudiantes, se plasma en las respuestas el sentir de una comunidad que tiene la intención promover un ambiente colaborativo donde se genere un clima laboral saludable, que promueva la interacción entre todos los integrantes de la comunidad, nombrando reiteradas veces a apoderados, estudiantes y funcionarios. Se destaca el deseo de retomar actividades realizadas antes de pandemia, lo que responde a los desafíos nombrados en un inicio, a que la comunidad participe y se relacione entre sí, lo cual trae resultados positivos, reforzando y promoviendo habilidades de comunicación, creando espacios donde se trabaja la empatía, respeto, valores destacables del sello del establecimiento, además de construir en la comunidad un sentido de pertenencia y reconocimiento por la misma comunidad.
(www.convivenciaescolar.cl, www.educarchile.cl, www.comunidadescolar.cl, www.supereduc.cl) (Psicoperspectivas: Individuo y Sociedad, Vol. 19, No. 1)