La Primera Comunión es una ceremonia importante en la vida de todo niño. En ella, se recibe el Sacramento de la Eucaristía transformado en pan (hostia) y en vino, símbolos que remiten al cuerpo y la sangre de Cristo.
Como su palabra indica, comunión proviene del latín communio y significa “participar en común”. Es un momento en el que se reúnen familiares, amigos y personas que comparten creencias religiosas afines.
Confirmación
El sacramento de la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho. En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo.